Alto al almidón inductor de
sobredosis de glucosa
Por: Scott Rackinow
Publicado en la revista: Life Extension de julio del 2013
Traducido al español por Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña
Original:
Stop Starch Induced
Glucose Surges
Puedes bajar aqui el articulo en ingles y traducido al español en formato de Word:
Articulo Atlo al almidon en ingles
Articulo Alto al almidon en español
Hace aproximadamente 35 años, el gobierno
federal revisó sus guías alimentarias con el propósito de convencer a los
estadounidenses, de aumentar a 60 % su consumo diario de carbohidratos. El
objetivo era “lograr una vida más sana”.1
Las últimas directrices del Instituto de Medicina recomiendan
una ingesta diaria aún más elevada, de hasta un 65% de hidratos de carbono, de
la ingesta calórica total.2
El resultado ha sido evidente y catastrófico,
una epidemia de obesidad, de síndrome metabólico, de diabetes tipo II y de
otras enfermedades crónicodegenerativas que amenazan seriamente la vida.2
La causa y razón más importante, es muy simple: el almidón, principal componente de la mayoría de los alimentos
modernos, es una de las más abundantes fuentes dietéticas de azúcar y causante
de bruscas y peligrosas subidas de glucosa en la sangre después de las comidas.
3,4
Incluso productos alimenticios considerados teóricamente como saludables,
por ejemplo, “granos enteros” como trigo o arroz integral, contienen elevadas
concentraciones de almidón de fácil digestión, que al digerirse se convierte
rápidamente en azúcar, y provocan una excesiva concentración de glucosa en la
sangre.5
Afortunadamente, algunos investigadores han descubierto una enzima de doble
acción denominada transglucosidasa,
la cual bloquea la conversión del
almidón en azúcar y al mismo tiempo lo transforma en una fibra prebiótica y beneficiosa.6
Como no es posible eliminar o evitar todo el almidón presente en los
alimentos modernos, se puede sin embargo, neutralizar su impacto negativo en el
cuerpo humano gracias a la utilización la transglucosidasa. La enzima transglucosidasa
se constituye así, una nueva herramienta, en un potente mecanismo de protección
contra los efectos nocivos del exceso almidón de rápida digestión presente en
los alimentos.
Reveladores estudios de laboratorio han demostrado que cuando la enzima transglucosidasa
entra en contacto con los alimentos ricos en almidón en el tracto digestivo, se
logra una reducción de un 31 % del
almidón de digestión rápida (del tipo que incrementa las concentraciones de
azúcar en la sangre justo después de las comidas) y a su vez incrementa en un 11 % el almidón de digestión lenta (el
cual se convierte en azúcar a una velocidad inferior).7 En conjunto,
esto significa una disminución de un 40 % del abastecimiento de glucosa
proveniente de la digestión del almidón que comemos. Estos estudios clínicos en
humanos han confirmado la capacidad de la enzima transglucosidasa para reducir las
concentraciones de glucosa y también de insulina en la sangre.
Para un típico adulto promedio, este descubrimiento ofrece una poderosa
manera de protegerse contra las elevaciones patológicas de glucosa y de
insulina en la sangre después de las comidas, lo cual preserva la función
pancreática, disminuye la posibilidad de desarrollar prediabetes y diabetes y
en última instancia logra mejorar la salud y tener una vida más larga.
Peligros ocultos en una dieta alta en almidón
Probablemente usted sabe que si se es diabético, o que aun sin serlo puede experimentar
de ligeras a severas elevaciones de glucosa en la sangre, después de las
comidas, por lo tanto, lo peor que se puede hacer es consumir azúcar, siento
esta, una de las peores sustancias que se puede introducir en el cuerpo. Pero
lo que quizás no se sabe, es que una de las mayores fuentes de glucosa en su
dieta, no es tanto el azúcar de caña, sino el almidón. 7 Y que incluso, los granos enteros, se
convierten en azúcar durante la digestión; cada gramo de almidón que se come
equivale libera un gramo de glucosa en la sangre; 5, 8 contra medio
gramo de glucosa que proporciona cada gramo de sacarosa o azúcar de caña.
Eso significa que incluso consumir alimentos teóricamente sanos como pan
integral, arroz integral o pasta de trigo integral, puede provocar bruscos
incrementos de glucosa y de insulina en la sangre, siendo en última instancia, la
elevada densidad de almidón contenido en un sinnúmero de alimentos tanto
refinados como integrales, una amenaza para la salud, especialmente si se sufre
previamente, de resistencia a la insulina, sufriendo así de un estado
prediabético o principio de diabetes.
Los alimentos ricos en almidón son los principales precursores dietéticos
de glucosa, siendo ricos en amilopectina, principal forma de almidón que se
digiere rápidamente en el tracto digestivo humano.9
Debido a que el almidón presente en varios y diversos alimentos, se
convierte en el azúcar simple denominado glucosa, a diferentes velocidades, la
diferente variedad de la velocidad de la digestión del almidón y su asimilación
en forma de glucosa, se traduce en variables tasas de elevación de azúcar en la
sangre, diferentes respuestas de la secreción insulínica, así como diferentes puntos de saciedad (sensación de
plenitud que se obtiene después de comer una determinada cantidad de comida).
5,10.
Independientemente de la forma del almidón y de su velocidad de digestión y
absorción, todo el almidón que se come, proveniente del pan, pasteles,
pastelillos, cereales, galletas, tortillas, arroz, papas y una amplia gama de
otros alimentos, se convierte en glucosa a medida que atraviesa el tracto
digestivo 5,7,8 siento el resultado, una brusca, excesiva y
peligrosa elevación de la concentración de glucosa, así como de la secreción de
insulina, sea uno diabético o no.
Cuando el azúcar (glucosa) se eleva arriba de lo normal en la sangre, esta
se torna reactiva y se une anárquicamente a las proteínas del cuerpo,
originando unas sustancias sumamente dañinas denominadas productos
finales de glicación avanzada,
resultando estas proteínas glicosiladas,
rígidas, inflexibles y disfuncionales. 11-13 Los productos
finales de glicación avanzada causan y/o incrementan la inflamación y la oxidación,
dando lugar a daños tisulares masivos, subyacentes a la enfermedad crónica y al
envejecimiento prematuro. 12,13
Impacto del exceso de la secreción de insulina
En respuesta a los excedentes de azúcar en sangre, el cuerpo humano tiene
que bombear demasiada insulina. 6, 14,15 La insulina es una hormona
esencial para el metabolismo de carbohidratos y las grasas. Pero cuando se
secreta en exceso, la insulina se convierte en una "hormona de la
muerte." Los niveles crónicamente elevados de insulina lo colocan a uno en
mayor riesgo de morir prematuramente por causa de enfermedades tan diversas
como cáncer, obesidad, ataques al
corazón, derrames cerebrales y en última instancia, puede conducir a un
desastre pancreático tornando a uno, en una incapacidad absoluta de controlar
de la glucosa en la sangre. 14,16-18
Incluso las personas que presentan concentraciones "normales" de
glucosa en su sangre en ayuno, se encuentran en un mayor riesgo, si sus niveles
de glucosa después de las comidas se elevan demasiado, demasiado rápido. 19,20
Por eso, incluso una persona que no es diabética, debe hacer todo lo
posible por mantener sus concentraciones azúcar y de insulina en su sangre bajo
control, si es que se quiere prevenir enfermedades, muerte prematura y
lentificar el proceso de envejecimiento.
La mayoría de personas en todo el mundo, están viviendo en una peligrosa
"zona gris" que amenaza a su salud, y aunque se consideren a “salvo”,
sus volúmenes de glucosa e insulina en su sangre, se acercan peligrosamente a
niveles anormales y patológicos, viviendo al borde de una catástrofe para su
salud, sin siquiera sospecharlo. 20
Los médicos convencionales han perdido el camino
Los médicos de hoy en día, no están ayudando a mejorar la situación, ya que
normalmente esperan demasiado tiempo antes abordar a un paciente en estado
"prediabético" (técnicamente llamado intolerancia a la glucosa o
resistencia a la insulina). Y cuando atienden a pacientes prediabético, a
menudo le prescriben medicamentos sumamente costosos que no resuelven el
problema pos sus causas. La prevención por medio de una alimentación correcta, tiene
más sentido.
Afortunadamente, recientes investigaciones han descubierto una enzima única,
que tiene una capacidad asombrosa que puede ayudar a evitar cruzar la línea de
la prediabetes hacia la diabetes manifiesta, mediante la mitigación de los
efectos nocivos del almidón de la dieta.6 Esta enzima
transformadora se llama transglucosidasa.
Con la ayuda de la enzima transglucosidasa, durante
el acto de la digestión, la estructura molecular del almidón preveniente de los
alimentos, literalmente se reorganiza. En lugar de permitir que el almidón se convierta
en azúcar simple que incrementa notablemente los picos de glucosa en sangre y
se dispara el gatillo productor de un exceso patológico de insulina, la transglucosidasa convierte al almidón en
una fibra prebiótica no digerible, que produce notables beneficios en la zona
del tracto digestivo. 6,7,21-23
Con la ayuda de la transglucosidasa,
se pueden lograr múltiples beneficios para la salud y la vida con un solo
complemento nutritivo:
·
Se puede disminuir la conversión del
almidón en azúcar, lo que garantiza una carga de glucosa más pequeña, especialmente
en el período crítico, posterior a las comidas. 6,21,22
·
Disminuye la secreción de insulina,
reduciendo así el riesgo de los efectos negativos y potencialmente mortales un exceso
crónico de insulina. 6,21,22
·
Puede producirse en el interior del
tracto digestivo, una valiosa fibra prebiótica adicional, que reduce aún más la
predisposición a padecer obesidad, síndrome metabólico, diabetes y mejorar la
salud intestinal. 7,23-29
Lo que usted necesita saber
Transglucosidasa: reductor de los excesos de azúcar e insulina
Una elevada y crónica concentración de azúcar y de insulina en la sangre,
representa una grave amenaza para la salud de los consumidores, incluso para
las personas no diabéticas. La mayor fuente de glucosa en la dieta no es precisamente
el azúcar blanco u otros azucares simples como la fructosa, sino más bien de
almidón, cadenas compuestas por cientos de moléculas individuales de glucosa que
se desprenden, se degrada y que son absorbidos rápidamente, inmediatamente
después de la digestión.
La enzima transglucosidasa ofrece un novedoso y revolucionario enfoque para
frenar la conversión del almidón en azúcar como resultado de su digestión y la
rápida elevación de glucosa y de insulina en la sangre mediante la conversión
del almidón directamente en el tracto intestinal en un fibra prebiótica y
benéfica.
Colocar un freno a la digestión del almidón, es una formidable forma de
limitar los peligrosos picos de azúcar en la sangre después de las comidas, así
como de aumentar el abastecimiento de fibra dietética con benéficos efectos
prebióticos.
Los estudios muestran que la enzima transglucosidasa
puede detener el avance y la progresión de la prediabetes a la diabetes,
mientras además, limita el daño a los tejidos y la reducción de los factores de
riesgo cardiovasculares y el cáncer entre prediabético y diabéticos.
Si se está preocupado por los riesgos de un exceso de azúcar y de insulina
en la sangre, es recomendable tomar un complemento de enzimas transglucosidasas
antes de cada comida rica en almidón.
Neutralizar almidón de la dieta
Como se mencionó anteriormente, independientemente de la forma estructural
del almidón que se come, todo el almidón digerible se convierte en glucosa a
medida que pasa a través del tracto digestivo. 7,8 Siendo el
resultado una elevación patológica de azúcar y de insulina en la sangre a niveles
de una zona de riesgo. El período de mayor peligro, es de dos horas
inmediatamente después de las comidas. Los estudios demuestran que el
incremento en la concentración de glucosa y de insulina durante estas dos horas
posteriores a las comidas, aumenta de manera importante el riesgo de enfermedad
cardiovascular. 12
Afortunadamente, la enzima transglucosidasa
puede ayudar recudir o por lo menos disminuir,
el riesgo de enfermedad cardiovascular producto de la elevación de la
glucosa y la insulina en la sangre, durante este peligroso periodo después de
las comidas.
Además de bloquear la conversión del almidón en azúcar, la enzima transglucosidasa convierte que la
perjudicial glucosa producto de la digestión del almidón, en una beneficiosa fibra
dietética prebiótica. 6,23,30
En la actualidad sabemos que cuanta más fibra se consuma, mejor será el
estado de salud. Las dietas altas en fibra pueden ayudar a vivir más tiempo por
diversas razones 31, la fibra prebiótica sirve de alimento a las
bacterias benéficas que residen en el colon; estas bacterias a su vez, pueden convertir
otros tipos de fibra, en moléculas saludables capaces de normalizar las
concentraciones de glucosa e de insulina en la sangre y en consecuencia reducir
los niveles de inflamación, el exceso de peso, el colesterol sanguíneo y el
riesgo de cáncer.32-36
A pesar de la recomendación de la Asociación Dietética Americana de que los
adultos sanos debieran consumir entre 20
a 35 gramos / día de fibra
dietética, la mayoría de las personas difícilmente consumen esa cantidad, en parte
porque es difícil encontrar buenas fuentes apetecibles de fibra. 32
Sin embargo, tomar complementos de transglucosidasa, confiere
la capacidad de convertir el almidón alimentario que produce una alta liberación de
glucosa y es a su vez una fuete pobre fibra dietaria, en fibra la benéfica fibra prebiótica
directamente en su tracto digestivo. 6,21,22
Los datos obtenidos en humanos confirman el beneficio de la enzima transglucosidasa
para mejorar la calidad de las bacterias que residen en el tracto digestivo. En
un grupo de cuarenta diabéticos tipo II que recibieron la enzima transglucosidasa
durante 12 semanas, el 67% logró
una considerable mejoría en el equilibrio de colonias de bacterias en su tracto
digestivo y por consecuencia en su estado de salud. 37 Los
investigadores creen que la modulación de las bacterias intestinales lograda
con la enzima transglucosidasa utilizada como complemento nutritivo, puede ser
uno de los principales mecanismos por el cual la transglucosidasa ayuda a controlar
las concentraciones de glucosa y de insulina en la sangre y estimular así la
pérdida de peso y prevenir o revertir la prediabetes y la diabetes tipo II.
Esto significa que la transglucosidasa tiene el potencial de cambiar
radicalmente la ecuación del riesgo que representa el exceso de almidón
presente en la dieta moderna. Debido al doble mecanismo de acción que bloquea
la conversión del almidón de los alimentos en glucosa y en lugar de eso convertirlo
en fibra prebiótica, la enzima transglucosidasa, tiene el potencial para evitar
pasar de un estado prediabético (caracterizado por hiperinsulinemia y resistencia
a la insulina), a un estado de diabetes manifiesta, preservando así la función pancreática,
previniendo el conjunto de alteraciones patológicas derivados de un exceso de
insulina, y en última instancia tiene la capacidad de prolongar el estado de
juventud, así como la vida.
Debido a que un gramo de almidón puede ser convertido rápidamente por las enzimas
digestivas, en ellas por la glucosidasa, en un gramo de azúcar, los alimentos
con alto contenido de almidón también son altos en el azúcar simple denominado
glucosa. 5,8 El azúcar proveniente de la digestión de los diferentes
alimentos se libera a diferentes velocidades, de algunos alimentos más
rápidamente que de otros, lo que resulta en una muy amplia variedad de
liberación de glucosa y posteriormente de insulina en la sangre.
En la siguiente tabla, podemos comparar varios alimentos con el pan blanco,
un alimento muy rico en almidón de rápida digestión y asimilación. La
"puntuación de la glucosa", indica la cantidad de glucosa que un
alimento contiene en comparación con el pan blanco. El "puntaje de
insulina" indica la capacidad que un determinado alimento tiene para
elevar la insulina en la sangre, en comparación con el pan blanco. Y la
"puntuación de la saciedad", indica cuán lleno o satisfecho se siente
una persona después de comer idénticas cantidades de cada uno de los alimentos
mencionados, en comparación con el pan blanco. 45,46
Alimento
|
Puntuación de la glucosa
|
Puntuación de la insulina
|
Puntuación de saciedad
|
Pan blanco (base de comparación)
|
100
|
100
|
100
|
Pan integral
|
97
|
96
|
157
|
Arroz blanco
|
110
|
79
|
138
|
Arroz integral
|
104
|
62
|
132
|
Pasta blanca
|
46
|
40
|
119
|
Pasta integral
|
68
|
40
|
188
|
Patatas
|
141
|
121
|
323
|
Habas cocidas al horno
|
114
|
120
|
168
|
Galletas
|
118
|
87
|
127
|
Barras de chocolate
|
79
|
122
|
70
|
Plátanos
|
79
|
81
|
118
|
Copos de maíz
|
76
|
75
|
118
|
Gachas de avena
|
60
|
40
|
209
|
Manzanas
|
50
|
59
|
197
|
Reducción del riesgo de desarrollar diabetes
La transglucosidasa se ha estudiado en todo el mundo, siendo una de las
enzimas naturales conocidas que pueden prevenir la progresión de un estado
subclínico de prediabetes, a un estado de diabetes clínicamente diagnosticada. 6
Las personas prediabéticas a menudo tienen cifras de glucosa en
su sangre, cercanas a los límites superiores de lo "normal" (cerca o
por encima de 100 mg / dL),
estado en el que ya han perdido la capacidad para controlar las concentraciones
de glucosa en su sangre después de las comidas y de evitar los aumentos repentinos y
exagerados de insulina. Los prediabéticos tienen un alto riesgo de desarrollar
diabetes plenamente manifiesta y diagnosticable. Pero incluso, si un
prediabético no se convierte en diabético, estas elevaciones "leves",
ligeramente alas de glucosa en su sangre, se pueden correlacionar fuertemente
con enfermedades crónicodegenerativas tales como ataques al corazón, artritis,
insuficiencia renal, hígado graso no alcohólico, enfermedad inflamatoria
intestinal y cáncer, además de otras. 6,38
En un estudio en el que se incluyó a prediabéticos, los sujetos de estudio
se dividieron en tres grupos. Un grupo recibió una "dosis baja" de 450,000 unidades* de transglucosidasa,
otro grupo recibió una "dosis alta" de 900,000 unidades de transglucosidasa, y un tercer grupo recibió un
placebo. 6 Los sujetos estudiados tomaron los complementos de
transglucosidasa y el placebo, junto con una comida de prueba a base de arroz
blanco (alto en almidón) que se convierte fácilmente a la glucosa.
A lo largo de las tres horas siguientes a la comida de control, la glucosa total
en la sangre de todos los sujetos, se elevó hasta rangos peligrosos, como era
de esperarse pues todos los sujetos de estudio eran prediabéticos. 6
Pero las personas que tomaron complementos con transglucosidasa en dosis que fuera, tuvieron
concentraciones totales de glucosa en su sangre, significativamente más bajas
durante el período de tres horas posteriores a la ingestión de alimentos, junto
con una tendencia a producir menores niveles de insulina. No hubo efectos
secundarios significativos.
Lo que esto significa para un prediabéticos como lo son actualmente una
mayoría de las personas que se alimentan con la típica dieta moderna, es que se
puede limitar con seguridad el impacto negativo de una comida rica en almidón
refinado y que se puede lentificar el ritmo de progresión hacia la diabetes. 6
Detener la glucosa en
almidón sobretensiones inducidas
2 parte
¿Qué sucede con el almidón después de comer?
Por: Scott Rackinow
Cualquier persona cuya concentración de glucosa en su sangre esté fuera de
control y de un rango óptimo, se encuentra expuesto a los peligros de una
secreción crónicamente elevada de insulina. Esto es debido a que si el cuerpo
humano es ve obligado de manera continua, a producir un exceso de insulina con
la finalidad contrarrestar la excesiva cantidad de glucosa que rápidamente se
verte en la sangre proveniente del almidón de los alimentos que consumimos, eso
puede repercutir en un estado permanentemente crónico de una producción de
insulina por encima de lo normal, en un esfuerzo por mantener el azúcar en la sangre
en un nivel normal.
La insulina, por supuesto, es una hormona útil y necesaria. Es responsable
de la conducción del azúcar que circula en la sangre hacia las células, donde
se quema para producir energía. Sin una cantidad adecuada de insulina no
podríamos sobrevivir.
Sin embargo, la insulina, al igual que muchas otras hormonas, desempeña
múltiples funciones. El poco conocido "lado oscuro" de la insulina es
que es un factor de crecimiento de grandes consecuencias. 41 En el
cuerpo de un adulto sano, hay una utilidad limitada de los factores de crecimiento.
La producción excesiva de dicho factor de crecimiento, provoca la replicación celular
en lugares indeseables e innecesarios. La insulina y otros factores de
crecimiento están implicados, por ejemplo, en el cáncer, en donde la
reproducción celular no regulada e incontrolada produce tumores malignos letales.
42 El exceso y el desequilibrio en la producción de insulina y
factores de crecimiento, se encuentra también implicado en el engrosamiento y
la pobre capacidad de respuesta de las células del músculo liso que recubre las
paredes arteriales, contribuyendo a la enfermedad cardiovascular. 41
La producción excesiva de insulina y de factores de crecimiento, es
resultado del consumo de cantidades excesivas de carbohidratos refinados
presentes en la dieta moderna, así como de la resultante, resistencia a la
insulina, siendo este último término, otra manera de referirse a la
"prediabetes". Elevados niveles de insulina están asociados con un
incremento del 37 % del riesgo
de morir prematuramente de cáncer, se tenga o no diabetes. 40,43
Los médicos y otros profesionales de la salud finalmente deberán aprender a
prestar atención a las elevadas concentraciones de insulina, así como a los altos
niveles de azúcar en la sangre, para establecer un diagnóstico adecuado y
determinar la administración nuevos tratamientos y recomendaciones para sus
pacientes. De acuerdo a esta perspectiva, ya se está comenzando a buscar
terapias que incrementan la sensibilidad a la insulina reduciendo su producción
y sus concentraciones sanguíneas. 44
La mayoría de los medicamentos antidiabéticos tienen como único propósito
disminuir los niveles de glucosa en la sangre, sin tener ningún efecto sobre la
insulina, mientras que otros, tienen en realidad la intención de aumentar los
niveles de insulina, en un intento de bajar la concentración de glucosa en la
sangre. Pero la enzima transglucosidasa funciona en parte reduciendo los niveles de insulina, y por otra parte normalizando
la glucemia.
En los estudios realizados en humanos en los que los sujetos sanos, pero
con probada resistencia a la insulina, consumían una comida de prueba, de arroz
blanco (con elevadas cantidades de almidón), quienes recibieron un placebo,
vieron aumentar sus niveles de insulina y de glucosa en su sangre después de
las comidas (la respuesta esperada), mientras que los que recibieron la enzima transglucosidasa
tuvieron una disminución en la insulina durante el mismo período de tiempo. 6
Y en los pacientes con diabetes, que ya tenía niveles elevados de insulina, 12
semanas de complementación con la enzima transglucosidasa dio lugar a descensos
significativos en la concentración de insulina en general. Estos hallazgos son
notables, ya que los sujetos de estudio, no hicieron otros cambios en su dieta
o estilo de vida.
Reducir el impacto de la diabetes
En otro estudio clínico, se observó a los pacientes que tenían ya diabetes
tipo II, y los investigadores encontraron que los beneficios de la enzima
transglucosidasa son iguales de efectivos tanto para las personas diagnosticadas
como diabéticas, como para las prediabéticas. 22
Cabe mencionar, que las personas diabéticas no sólo tienen elevadas concentraciones
de glucosa y de insulina en su sangre, sino que también tienen evidentes y detectables
incrementos de productos finales de glicación avanzada, en forma de hemoglobina glucosidasa, (A1c o HbA1c).
La medición de A1c en la sangre es un marcador biológico que detecta los niveles
totales de glucosa en la sangre durante un período aproximado de dos a tres
meses.
Los pacientes del estudio, recibieron en un grupo, dosis diarias totales de
900.000 unidades de enzima transglucosidasa,
los pacientes de otro grupo recibieron 2.7
millones de unidades de enzima
transglucosidasa y el tercer grupo recibió un placebo. 22 Ambas dosis
de enzima transglucosidasa, produjeron reducciones notables de hemoglobina glucosidasa (A1c), bajándola en un
promedio entre 0.18 y 0.21 %, respectivamente (los rangos normales
para de A1C no deben exceder el 5,5%).
Las concentraciones de insulina en
los pacientes estudiados a quienes se les administró la enzima glucosidasa, disminuyeron
significativamente entre 2,79 UI y 3,59 UI / ml, respectivamente. 22 Sin pretender que la enzima
transglucosidasa sustituya a la metformina,
se comprobó que la significativa reducción de la sobreproducción interna de
glucosa en el hígado en ayuno (> 85
mg / dl), de hemoglobina glucosidasa (> 5,5%) y de insulina en la sangre, fue similar a la observada
con la metformina, demostrando su capacidad para reducir la insulina en ayunas en alrededor de 38% en las personas obesas, y resistentes
a la insulina. 39,40
Pero los beneficios de transglucosidasa para diabéticos no terminan ahí.
Los pacientes que tomaron enzima transglucosidasa también tuvieron
incrementos significativos de una citoquina beneficiosa, así como reducciones
de adiponectina, así como una significativa reducción de triglicéridos y de la
presión arterial diastólica. 22
Por otra parte, los pacientes tratados con placebo experimentaron un
aumento significativo en su índice de masa corporal (IMC=peso/talla2)
y también tuvieron incrementos en los marcadores de daño hepático inducido por
grasa. Ninguno de los grupos de pacientes que toman la enzima transglucosidasa
tuvo estos resultados. 22
Si ya se tiene diabetes tipo II, la disponibilidad de esta nueva enzima es
una excelente noticia. Esto significa que la prescripción de enzima transglucosidasa
no sólo ayuda a proteger contra las peligrosas reacciones de glicación no
enzimática de proteínas que se producen en los tejidos (lo que producirá con el
tiempo daño y enfermedades en el corazón, los riñones, los nervios y en el
cristalino de los ojos, acelerando además el envejecimiento), sino que también
mitiga los las concentraciones excesivas de insulina (que elevan el riesgo de cáncer y enfermedades
cardiovasculares). Además, también puede ayudar a proteger contra el aumento de
peso y otros trastornos crónicodegenerativos. Todo esto se logra sin tomar un
solo medicamento.
A diferencia de muchos otros nutrientes, las enzimas se dosifican de
acuerdo con una unidad de actividad catalítica. Una unidad enzimática es la
cantidad de una enzima necesaria para convertir un micromol (mol) de alguna
substancia en otra, por minuto. Esta unidad enzimática no se debe confundir con
las Unidades Internacionales (UI) utilizadas para medir algunas vitaminas, por
ejemplo la vitamina D.
Debido a que la transglucosidasa es una enzima, su dosis se mide en
"unidades de actividad de la enzima" no en miligramos ni en Unidades
Internacionales (UI). Una dosis de 450
000 unidades es típicamente la cantidad almacenada en una cápsula.
Resumen
Tener de manera crónica concentraciones excesivas de glucosa y de insulina
en la sangre después de las comidas, es una llamada preocupante de atención
para cualquier persona aun cuando no tenga antecedentes de hiperglicemia. Los excesos
de glucosa y de insulina en la sangre aun sin ser diabético, son al menos tan peligroso
como el riesgo de enfermedad cardiovascular que implica tener elevados niveles
colesterol sanguíneo.
Además, un exceso crónico de glucosa y de la insulina en la sangre, elevan
bruscamente la predisposición a enfermarse de cáncer. Por eso es sumamente importante tomar todas precauciones y
medidas posibles para evitar que el exceso
de almidón de la dieta se convierta en glucosa de rápida absorción.
Este es el motivo por
el que la enzima transglucosidasa es un revolucionario complemento
nutritivo, primero en su tipo. Su doble mecanismo de acción ayuda a controlar
las elevadas proporciones de glucosa y de insulina en la sangre, disminuyendo
la velocidad de la digestión del almidón y la liberación del perjudicial exceso
de azúcar, convirtiéndolo en una fibra prebiótica de amplios beneficios para la
salud.
Este descubrimiento clínico es una magnifica herramienta biológica capaz de
mitigar la creciente epidemia de prediabetes, diabetes y diversas enfermedades
metabólicas que asolan al hombre moderno.
Si las cifras de glucosa en la
sangre en ayuno son excesivas (superiores a 85 mg / dl), si los niveles de insulina en ayuno son excesivos, si
las tasas de A1c son superiores a las máximas recomendables, o si manifiesta
algún otro indicio de deterioro bioquímico o metabólico, tomar un complemento
de enzima transglucosidasa antes de las comidas más copiosas en almidón, puede
contribuir fuertemente a prevenir las enfermedades y la muerte prematuras.
El consumo regular de la enzima transglucosidasa como complemento
nutritivo, tiene el potencial de reducir las elevadas tasas de glucocilación no enzimática de proteínas, así como de
la consecuente formación de Productos Finales de Glucocilación Avanzada, que
producen o incrementan la inflamación crónica y el estrés oxidativo,
Los ensayos clínicos en humanos han comprobado y establecido su valor en tanto
en los individuos sanos, como en las personas prediabéticas y diabética. Eso se
traduce en un menor riesgo de cáncer, problemas de visión, y enfermedades hepáticas,
renales y del corazón.
Si se tiene alguna pregunta sobre el contenido científico de este artículo,
por favor llame a un consejero de salud Life
Extension al 1-866-864-3027.
Por ultimo cabe mencionar que siendo común la diabetes en los perros machos
y hembras, afortunadamente, la transglucosidasa los puede ayudar a
controlar los niveles de glucosa, como sucede con en los seres humanos. Cuando
los investigadores en Japón estudiaron la enzima transglucosidasa en animales,
encontraron que los resultados fueron prácticamente idénticos a lo que hemos
visto en estudios con humanos. 21
Perros de sanos de control no diabéticos que recibieron la enzima transglucosidasa
experimentaron un nivel total más bajo de glucosa y de insulina después de las
comidas, en comparación con los que recibieron solamente la dieta control sin
tomar la enzima. Y el "pico" habitual de los niveles glucosa después
de las comidas fueron virtualmente eliminados, permitiendo a los perros
mantener sus concentraciones de glucosa en cifras normales de entre 85 a 95 mg / dl. 21
Referencias
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