Por: Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña
Biogenesis Institute LLC of Seattle Washington.
Día Mundial de la Diabetes
¿Por qué se eligió el 14 de noviembre?
Se escogió el 14 de noviembre por ser el aniversario de Frederick Banting quien, junto con Charles Best, concibió la idea que les conduciría al descubrimiento de la insulina, en octubre de 1921.
Una de cada tres personas que padecen esta enfermedad, desconocen que están enfermos porque no se han hecho un análisis de sangre. Mas de un 10 por ciento de individuos de las poblaciones en casi todos los países, padecen diabetes.
La diabetes es una enfermedad crónica que se manifiesta cuando el cuerpo humano no puede utilizar la insulina de manera eficaz, por que las células reducen su sensibilidad a la captación de la insulina (resistencia a la insulina), o porque el páncreas se agota y llega el momento en que no puede producir suficiente insulina. En ambos casos, disminuye la capacidad para controlar las concentraciones de glucosa en la sangre, la cual se eleva en cantidades patológicas produciendo daño a los tejidos. El aumento de las concentraciones de azúcar en la sangre, con el tiempo afecta a diferentes tejidos, órganos y sistemas del cuerpo humano, en especial daña todo el tejido conectivo, los vasos sanguíneos, el sistema nervioso, los riñones, el hígado y el cristalino de los ojos. Por ello puedo puede provocar problemas vasculares, como infartos agudos al miocardio o accidentes vasculares cerebrales, cataratas, ceguera, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, disfunción eréctil, neuropatía diabética, gangrena y pérdida de extremidades inferiores.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 346 millones de personas padecen diabetes y cada año mueren por esta enfermedad alrededor de tres millones 400 mil. Casi la mitad de estas muertes prematuras se producen en personas menores de 70 años, entra las cuales, el 55 por ciento mujeres.
Síntomas de la diabetes: cansancio, somnolencia, decaimiento, falta de energía, visión borrosa, necesidad urgente y excesiva de orinar, sed excesiva. La primera fase se caracteriza por una producción excesiva de insulina, acompañando por dificultad para utilizarla (resistencia a la insulina), en este periodo se incrementa el peso, la grasa corporal y el diámetro abdominal; el incremento de la grasa se concentra principalmente en el abdomen, en el interior del vientre y del hígado (grasa visceral). En una segunda fase, cuando la enfermedad se encuentra en un estado avanzando y el páncreas se ha agotado después de varios años de hacerlo trabajar en exceso, disminuye la producción de insulina dando origen a un agotamiento metabólico y energético y contrariamente en lo ocurrido en la primera fase, prediciendo un adelgazamiento excesivo.
Interpretación de las lecturas de glucosa: entre 80 y 90 mg por decilitro de sangre, la glucosa se encuentra en una concentración óptima originando un estado de eficiencia metabólica por el que todas las funciones corporales y mentales se realizan de la mejor manera, arriba de 90 hasta 100 mg, la concentración de glucosa es elevada pero aceptable, por encima de 110 a 126 mg ya se considera en estado prediabético en el cual se entorpece el metabolismo, se incruenta la resistencia a la insulina, la inflamación, y el daño a los tejidos, más de 126 mg es diagnostico de diabetes.
La diabetes se puede prevenir: Se puede prevenir y también revertir, dependiendo del estado del avance de la enfermedad, del cuidado dietético y nutricional, la actividad física y el estilo de vida.
Definición etimológica:
La palabra diabetes, significa orinar mucho. La palabra mellitus significa miel. Por lo tanto, diabetes mellitus, significa orinar mucho, con una orina dulce como la miel. O bien, orina con mucho azúcar.
Mecanismos de la enfermedad:
En un diabético tipo II, se dan una de dos posibilidades, o se produce un exceso de insulina, pero dicha hormona no puede realizar su trabajo de introducir la glucosa al interior de las células por la disminución de la sensibilidad de sus membranas a su acción, lo cual se conoce como resistencia a la insulina o bien el páncreas produce poca o nada de insulina, en ambos casos la glucosa se acumula en la sangre causando estragos y daño los tejidos.
Ante la imposibilidad de la glucosa de penetrar al interior de las células, su nivel se eleva en concentraciones patológicas y tóxicas en la sangre, tornándose sumamente reactiva, por lo que al concentrarse y distribuirse en todo el cuerpo, progresivamente daña todos los tejidos, hasta que finalmente es expulsada por la orina, dañando de paso también los riñones.
Cuando la concentración de glucosa en la sangre se eleva por encima de los limites de seguridad, tornándose reactiva y tóxica, se da origen a un fenómeno denominado glucosilación no enzimática de proteínas, dañando las proteínas de todos los tejidos y órganos, incrementando al mismo tiempo la acumulación de grasa en el tejido adiposo, en el hígado y en las arterias, produciendo a su vez inflamación y estrés oxidativo en todo el cuerpo, por la generación de mediadores de la inflamación y de radicales libres. Esta cascada de efectos patológicos acelera a su vez el ritmo de envejecimiento, produciendo envejecimiento y senilidad prematura y la posibilidad de una muerte prematura.
Existen dos tipos de diabetes:
Diabetes Mellitus tipo I, denominada también Diabetes Infantil, o Diabetes Insulinodependiente. Esta enfermedad es de origen genético e inmunológico, por lo que el páncreas no produce insulina y se requiere inyectarse insulina de por vida.
Diabetes Mellitus tipo II, también denominada Diabetes de Adulto, o Diabetes no Insulinodependiente. En esta enfermedad, el páncreas si produce insulina, de hecho como ya lo explicamos con anterioridad, se origina en exceso, pero las células del cuerpo no la pueden captar eficientemente, por la resistencia a la insulina. La diabetes tipo dos, se origina en varias etapas. Primero se produce un estado prediabético caracterizado por altibajos bruscos de azúcar en la sangre. Luego, en la primera etapa, de la diabetes, el cuerpo produce un exceso de insulina, pero esta no puede acoplarse a los receptores celulares, debido que se genera un problema de resistencia a la insulina. Se eleva el azúcar en la sangre y el hipotálamo lo interpreta como que falta insulina, emitiendo una señal para que el páncreas produzca aun mas insulina. Pero, ese estado de hiperinsulinemia incrementa la inflamación, la glucosilación no enzimática de proteínas y a su vez, aun más, la resistencia a la insulina. Parte del exceso de glucosa se convierte en grasa en el hígado, y se acumula en todo el cuerpo, pero especialmente en el abdomen, por dentro y por fuera. Se elevan el colesterol y los triglicéridos en la sangre. En una etapa mas avanzada, el páncreas se agota por hacerlo trabajar en exceso, y deja de producir insulina por lo cual el diabético se adelgaza.
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