CÓDIGO GENETOMETABÓLICO DE LA SALUD
EL
DAÑO AL DNA ES UN MARCADOR BIOLÓGICO DEL ENVEJECIMIENTO
El cuerpo humano se encuentra genéticamente
programado irreversiblemente para envejecer y morir. Pero nuestro programa genético de vida,
envejecimiento y muerte, nos debería permitir llegar hasta una edad de entre
110 a 120 años, con salud, vitalidad, con plenitud de nuestras facultades y con
independencia.
Nuestro código genético se encuentra programado para repararse
automáticamente cuando exista algún daño por el motivo que sea, manteniéndonos
sanos, vigorosas, con una elevada calidad de nuestra existencia, hasta el
límite de nuestro periodo máximo de vida.
Una de las características de nuestro DNA es su
capacidad para repararse a sí mismo cuando sufre algún daño causado por
cualquier factor ambiental, como pueden ser la glicación, o la acción de los
radicales libres. El núcleo celular contiene diversos mecanismos tanto para
prevenir, como para reparar el daño a la información genética, antes de que
este sea permanente e irreversible. (Pág. 41)
Sin embargo, el daño continuo y una mala reparación
del DNA puede lesionar de tal manera el código genético, y su capacidad
regenerativa y restauradora finalmente se pierde. En ciertas condiciones se
puede producir un daño irreparable que nos predispondría, a disminuir la
calidad de nuestra salud y de nuestra vida, a diversas enfermedades
crónicodegenerativas, y a morir prematuramente.
La ciencia ha descubierto que incluso en las personas
muy ancianas, los telómeros que parecen controlar el número de veces que puede
reproducirse una célula, no han alcanzado las posiciones terminales que señalan
la muerte celular, lo cual nos dice que casi todas las personas mueren
prematuramente sin haber agotado todo su potencial genético y antes de haber
alcanzado su expectativa máxima de vida.
Una de las claves para alcanzar una larga vida plena
de salud, vitalidad y satisfacción radica en mantener en buenas condiciones
nuestro código genético de manera que nuestras células se puedan mantener sanas
y reproducir copias de sí mismas, lo más perfectas posibles, sin errores que
alteren su funcionamiento. (pág. 30). Por este motivo, uno de los puntos
cruciales para una larga y saludable vida, es mantener sano nuestro ADN.
En consecuencia, tres objetivos para mantener nuestro potencial genético y alcanzar una larga y sana vida, son:
Mejorar la tasa de reparación del DNA respecto al daño producido por diversos factores ambientales.
Mejorar la ecuación envejecimiento-rejuvenecimiento, controlando los procesos de glicación, inflamación, oxidación y metilación y con ello el equilibrio eicosanoideo, hormonal, y enzimático.
Controlar y optimizar los factores ambientales, particularmente los alimentarios y la actividad física, que afectan directamente al DNA y a los marcadores biológicos de la salud y del envejecimiento.
MECANISMOS DE
REPARACIÓN DEL DNA
Adyacente a los 23 pares de cromosomas que almacena
el DNA de las células, se encuentra una sustancia llamada capa de cromatina, en
la cual se encuentran unas proteínas denominadas histonas. La cromatina protege
la estructura tridimensional de la doble hélice que contiene la información
genética presente en los cromosomas, de los factores nocivos del medio ambiente
y la mantiene estable, sin embargo, la capa de cromatina no es infalible y
algunas veces puede ocurrir algún daño provocada por la glicación, los
radicales libres o algún otro elemento nocivo.
Los daños más importantes ocurren cuando los
radicales libres penetran la capa protectora de las histonas y rompen una hebra
de DNA, fenómeno que desencadena la liberación de una enzima denominada adenosín difosfato transferasa también
conocida como ADPRT por sus siglas en inglés, la cual se encarga de iniciar una
cadena de eventos reparadores. La ADPRT
hace que las espirales de la capa de cromatina se separen exponiendo a los
genes al fluido que existe adentro del núcleo de la celular, el cual contiene
diversas enzimas que se encargan de la reparación del DNA. Una enzima
denominada exonucleasa, corta las partes de los filamentos del DNA para ser
eliminados. Las enzimas polimerasa y ligasa reemplazan los pares de bases
dañados, con otros nuevos tomados del fluido nuclear; la endonucleasa une las
hebras reparadas de DNA, completando así la reparación.
Otro componente muy importante del fluido nuclear es
un compuesto muy importante llamado factor kappa b de transcripción nuclear
(NF-kB). El Nf-kB puede ser activado por acción de los radicales libres y una
vez activado inhibe la ADPRT impidiendo que se abra la capa de cromatina y se
inicie el proceso de reparación del DNA. En este sentido, el NF-kB controla la
reparación del DNA previniendo la acción de la ADPRT. Pero también, el NF-kB
desencadena una serie de respuestas moleculares que interfieren con la
reparación del DNA. Si el NF-kB se bloquea, la tasa de reparación del DNA puede
aumentarse notablemente. Por otra parte, el NF-kB se ha vinculado a elevadas
concentraciones de citoquinas inflamatorias.
INHIBICIÓN Y ESTIMULACIÓN
DE LOS MECANISMOS DE REPARACIÓN DEL DNA POR MEDIO DE NUTRIENTES
Los mecanismos descritos en el párrafo anterior han
motivado la investigación de algunos compuestos que tienen capacidad para
inhibir la acción del NF-kB. Entre las varias sustancias estudiadas con
resultados prometedores se encuentran el zinc y la niacinamida (vitamina B 3).
Estos dos compuestos naturales de origen alimentario contribuyen además de
inhibir el NF-kB, a que la ADRPT se una específicamente a la fracción de DNA
que se encuentra dañada para que la reparación pueda efectuarse con mayor
rapidez y eficacia. Además, las deficiencias del complejo vitamínico B y de
zinc pueden ocasionar como resultado un exceso de las concentraciones de cobre
lo que disminuiría la capacidad de las células para reparar su DNA.
Por otra parte, si el organismo humano se encuentra deficiente en
antioxidantes, el exceso resultante de radicales libres obstaculizaría también
la reparación del DNA.
CONSECUENCIAS DE UNA
DEFICIENCIA EN LA REPARACIÓN DE DNA
Una pobre reparación del DNA puede provocar una serie de
consecuencias contraproducentes para la salud y una aceleración del proceso de
envejecimiento prematuro, originando un conjunto de efectos adversos entre los
que destacan los siguientes:
- · Inhibición de la metilación lo cual hace que los genes se activen en momentos inadecuados, modificando con ello el patrón de expresión genética.
- · Incremento de la glicación.
- · Generación de más radicales libres.
- · Incremento de la inflamación subclínica y de sus marcadores biológicos.
- · Desequilibrio en el sistema de eicosanoides.
- · Desequilibrio neuroendocrino.
- · Desequilibrio enzimático.
DAÑO AL DNA:
MARCADOR DEL ENVEJECIMIENTO
La pobre reparación del DNA, la metilación alterada,
la glicación, el estrés oxidativo, la inflamación, así como el desequilibrio
eicosanoideo, hormonal y enzimático modifican negativamente varios marcadores
biológicos de la salud y del estado del envejecimiento, así como el fenotipo y
la composición corporal, predisponiendo a todo un conjunto de enfermedades
crónico degenerativas, aceleración del envejecimiento, discapacidad, morbilidad
y muerte prematura.
Una de las consecuencias de mayor relevancia de una
pobre reparación del DNA, es la replicación celular defectuosa, tanto de
células especializadas, como de las células madres adultas, disminuyendo con
eso la reparación de los tejidos y órganos e incrementando el riesgo de
enfermedades mutagénicas como en ciertos casos de cáncer, lo que también
acelera el envejecimiento.
Bibliografia: Giampapa, Vincent, C. Williamson,
Miryam, Ehrlich. Como Romper el Código de la Vejez. Editorial Panorama. México.
2006.