Comprender la diferencia entre
las deficiencias clínicas y subclínicas de micronutrientes
Publicado por Mirja Holtrop en 24 de octubre de 2019.
Traducido, revisado,
editado y corregido por Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña.
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Mirja Holtrop |
Se requiere una variedad de diferentes
micronutrientes para mantener la salud y prevenir enfermedades. Como el cuerpo es incapaz de elaborarlas por sí
mismo, estas biomoléculas, deben ser obtenidas de nuestros alimentos.
Cuando nuestras alimentación
diaria carece de un suministro adecuado de micronutrientes, la insuficiencia
puede dar origen a diferentes enfermedades.
Si bien las enfermedades de
deficiencia clínica como el escorbuto son poco frecuentes en los países
desarrollados en la actualidad, muchos problemas comunes de salud son el
resultado de deficiencias subclínicas crónicas de micronutrientes.
Como ha demostrado el Dr.
Matthias Rath con sus innovadoras investigaciones de Medicina Celular del, tales
insuficiencias son la causa principal de las enfermedades crónicodegenerativas
más comunes en la actualidad.
La medicina
ortodoxa actual ha entendido mal la importancia de abordar las deficiencias
subclínicas de vitaminas. El Dr. Albert Szent-György, el científico húngaro que ganó un
premio Nobel en 1937 por su descubrimiento de la vitamina C, lo entendió muy
bien. En una carta que envió al dos veces
ganador del premio Nobel Linus Pauling en 1970, Szent-György escribió lo
siguiente:
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Albert
Szent-György |
Albert
Szent-György (1893-1986)
“Desde el
principio, sentí que la profesión médica engañó al público. Si no toma ácido ascórbico
[vitamina C] con sus alimentos, se le produce escorbuto, por lo que la
profesión médica dijo que si no se enferma de escorbuto entonces uno está
bien. Creo que este es un error muy
grave.
El escorbuto no
es el primer signo de la deficiencia de vitamina C, sino un síndrome
premortal, pero para lograr una salud plena, se necesita mucho más, mucho
más. Estoy tomando
alrededor de 1 g [1000 mg] por día. Esto no significa que esta sea realmente la dosis óptima porque
no sabemos qué significa realmente una salud total y cuánto ácido ascórbico
necesita. Lo que si puedo decirte es que
uno puede tomar cualquier cantidad de ácido ascórbico sin el menor peligro".
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En este artículo
analizaremos primero, cuatro enfermedades producidas por carencia clínica y
grave de vitaminas. Concluiremos resumiendo el revolucionario descubrimiento
científico del Dr. Rath de que las deficiencias subclínicas, a diferencia de
las deficiencias clínicas, son la causa principal de enfermedades
crónicodegenerativas.
Beriberi: enfermedad producida por una carencia clínica, grave de
vitamina
B1
(tiamina). Una grave falta de vitamina
B1
resulta en la enfermedad
conocida como beriberi. Hay dos tipos de
beriberi, húmedo y seco. El beriberi húmedo
afecta el corazón y los vasos sanguíneos. Los
síntomas incluyen dificultad para respirar, hinchazón de las piernas,
frecuencia cardíaca rápida y dolor en el pecho. En
casos extremos, el beriberi húmedo puede provocar insuficiencia cardíaca.
El beriberi seco afecta el sistema nervioso y causa
síntomas como vómitos, convulsiones, debilidad muscular y confusión mental.
Ambas formas de la enfermedad pueden ser potencialmente
mortales si no se tratan a tiempo.
En estos días, el
beriberi ocurre principalmente en alcohólicos malnutridos. Sin embargo, también se puede ver en
mujeres que sufren náuseas y vómitos extremos durante el embarazo, así como en
pacientes con trastornos crónicos del sistema inmunitario como el SIDA, o en
personas que se han sometido a cirugía bariátrica para tratar la obesidad.
También se ve en el mundo en desarrollo, donde la
desnutrición es común.
El Beriberi se
puede resolver consumiendo alimentos ricos en tiamina y suplementos que
contienen vitamina B1. El daño al corazón y los nervios generalmente es
completamente reversible siempre que se detecten en las primeras etapas.
Pelagra: enfermedad por deficiencia de vitamina B3
(niacina). La pelagra es un
trastorno nutricional causado por una grave falta de vitamina B3. La falta
del aminoácido esencial triptófano también puede causar pelagra. El cuerpo puede usar triptófano para producir vitamina B3, por lo que no consumir suficiente de este aminoácido puede
provocar una deficiencia clínica de la vitamina.
Los profesionales
médicos a menudo caracterizan la pelagra al referirse a las cuatro D:
dermatitis, diarrea, demencia y muerte. Antes del descubrimiento de la vitamina B3, alrededor de dos tercios de los pacientes con pelagra murieron. Hoy, si la vitamina B3 complementaria
se administra lo suficientemente pronto y en dosis suficientes, los pacientes
pueden esperar una buena recuperación.
Los primeros
síntomas de la pelagra incluyen debilidad y pérdida de apetito y peso. Más tarde hay dolores de cabeza,
trastornos gástricos y manchas rojas en la piel que se vuelven marrones y se
vuelven más grandes y escamosas. Las manchas
generalmente ocurren en áreas del cuerpo expuestas a la luz solar. Los márgenes de la lengua y la membrana mucosa de la boca se
vuelven escarlatas y aumenta la salivación. A
medida que la enfermedad progresa, la diarrea puede volverse sangrienta.
Otros síntomas de
la pelagra pueden incluir insomnio, dolores de cabeza, mala memoria,
irritabilidad, depresión, comportamiento irracional e incluso violencia.
Aunque es raro en
estos días, la pelagra todavía se produce en países en desarrollo donde las
personas comen dietas altas en maíz, alimento que es deficiente en triptófano. También puede ocurrir en personas que
beben alcohol en exceso, así como en pacientes que padecen condiciones de
malabsorción gastrointestinal como la enfermedad de Crohn.
Escorbuto: enfermedad por deficiencia de vitamina C (ascorbato). James Lind (1716-1794). El escorbuto se produce como resultado de una grave falta de
vitamina C. A diferencia de los animales, los seres humanos no pueden producir
esta vitamina de manera natural en el cuerpo y dependen de obtenerla de frutas,
verduras y otros alimentos que son ricos en ella, o de complementos
nutricionales.
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James Lind |
Se estima que
entre 1500 y 1800 el escorbuto mató a más de 2 millones de marineros. Esto se debía a que la vitamina C no se
había descubierto en ese momento, y las raciones de los marineros no incluían
frutas y otros alimentos que la contenían. El
problema finalmente fue resuelto por James
Lind, un médico escocés que sirve en la marina británica. En un experimento bien diseñado, Lind trató a seis grupos
diferentes de marineros con diferentes adiciones dietéticas, que incluyen
vinagre, agua salada y especias. Solo se
recuperó el grupo de pacientes con escorbuto que recibieron naranjas y limones.
Curiosamente,
mientras Lind resumió sus hallazgos en un libro publicado en 1753, tuvieron que
transcurrir otros 40 años, antes de que sus recomendaciones fueran finalmente
adoptadas por el almirantazgo británico y el jugo de limón y las limas se
distribuyeran a todos los marineros. La demora en actuar sobre el descubrimiento de Lind es
paralela al fracaso de la medicina ortodoxa actual de apreciar que las
deficiencias subclínicas de micronutrientes a largo plazo son la causa
principal de enfermedades crónicas. En ambos
casos, es evidente que la resistencia del statu quo a nuevos descubrimientos
resultó en la pérdida de millones de vidas.
Los primeros
síntomas del escorbuto incluyen fatiga, pérdida de apetito, fiebre, dolor en
las articulaciones y los músculos, y sangrado debajo de la piel. A medida que se desarrolla la enfermedad,
las encías comienzan a deteriorarse, hinchándose, siendo propensas a sangrar.
Esto lleva a que los dientes se aflojen y eventualmente
se caigan. Se producen moretones fáciles y las
heridas tardan en sanar. Las heridas previamente
curadas pueden abrirse nuevamente, y hay sangrado en las articulaciones y los músculos.
Las últimas etapas de la enfermedad implican ictericia
grave, convulsiones, hemorragias internas masivas y, finalmente, la muerte.
Si el escorbuto
se atrapa en sus primeras etapas, los pacientes pueden recuperarse bien. Con la administración de complementos de
vitamina C y una dieta que contenga muchas frutas y verduras, los síntomas
desaparecen y se restablece la salud normal.
Raquitismo: enfermedad por deficiencia de vitamina D (calciferol). El raquitismo es causado por una grave
falta de vitamina D. A diferencia de otras vitaminas, la vitamina D
generalmente no se encuentra en abundancia en los alimentos naturales. Mientras que los productos animales como el pescado, el
hígado, los huevos, el queso y la leche lo contienen, sin embargo, la principal
fuente de vitamina D es la luz solar. La
vitamina D se produce naturalmente en el cuerpo cuando la piel está expuesta a
la luz solar. Pero para que este proceso suceda,
en primer lugar, el cuerpo debe estar expuesto a suficiente luz solar.
Los casos de lo
que ahora se cree que fue raquitismo se describieron en escritos médicos
antiguos que datan de los siglos I y II . También se sabe que la enfermedad se
extendió en el Imperio Romano y siguió siendo común hasta el siglo XX. Incluso hoy todavía ocurre en países desarrollados. En los últimos años, por ejemplo, factores como la costumbre
de evitar la exposición a la luz del sol, la mala nutrición y la pobreza han
llevado a los médicos británicos a ver casos frecuentes una vez más.
En los bebés, el
raquitismo se caracteriza por un ablandamiento y adelgazamiento del cráneo y
debilidad de los huesos en todo el cuerpo. Las deformidades de los huesos de las piernas provocan el
desarrollo de las llamadas "rodillas golpeadas", "piernas
arqueadas" o “piernas de charro”. También
se producen problemas dentales, ya que la vitamina D es esencial para la
formación adecuada de los dientes. La posición al caminar y pararse se puede ver afectada, y los niños pueden
desarrollar curvatura y deformación espinal.
En adultos, la
deficiencia clínica de vitamina D puede provocar osteomalacia, con síntomas de
dolor en la pelvis, las extremidades y la columna vertebral. Se produce dolor óseo y debilidad
muscular, junto con un mayor riesgo de fracturas óseas.
El raquitismo es
particularmente peligroso en los niños, ya que puede provocar deformidades de
por vida. Para ayudar
a evitar tales problemas, es esencial la administración rápida de complementos,
junto con mucho sol y una dieta enriquecida con vitamina D. Si no se trata, las deformidades esqueléticas resultantes del
raquitismo pueden requerir cirugía.
Deficiencias subclínicas a largo plazo de
micronutrientes: la causa principal de enfermedades crónicas
La investigación
del Dr. Rath ha demostrado que la causa principal de la aterosclerosis es una
insuficiencia crónica de vitamina C.
Como observó
correctamente el Dr. Albert Szent-György, es un grave error para los médicos
suponer que la ausencia de enfermedades carenciales, significa que los
pacientes que las personas estén obteniendo suficientes cantidades
micronutrientes.
Como ha
demostrado la investigación del Dr. Rath, las insuficiencia subclínicas de
micronutrientes son a largo plazo la causa principal de las enfermedades
crónicodegenerativas.
Si bien los
síntomas las insuficiencias subclínicas no producen efectos tan dramáticos como
los de las carencias clínicas, de hecho, y incluso puede no haber síntomas, sus
efectos pueden ser tan letales como los de las carencias absolutas.
Tomaré como
ejemplo la arteriosclerosis, el proceso en el cual la placa de ateroma se acumula
en las paredes internas de las arterias, lo que resulta en ataques cardíacos y
derrames cerebrales.
Si bien la
medicina ortodoxa aún afirma que esto ocurre debido a los altos niveles de
colesterol, el Dr. Rath ha demostrado que su causa principal es una falta
crónica de vitamina C.
Como sabemos
ahora, la aterosclerosis es esencialmente una forma temprana de escorbuto. En su libro clásico, "Por qué
los animales no sufren ataques cardíacos ... pero las personas sí", el Dr. Rath describe cómo un suministro óptimo de
vitamina C y otros micronutrientes puede prevenir ataques cardíacos, derrames
cerebrales, presión arterial alta, latidos cardíacos irregulares, colesterol
alto , y muchas otras condiciones cardiovasculares y de otra índole.
El Dr. Rath, junto
con el Dr. Niedzwiecki y su equipo de investigación también han descrito cómo
un suministro insuficiente a largo plazo de micronutrientes es la causa
principal de cáncer, diabetes, artritis, osteoporosis, asma, psoriasis,
alzhéimer y muchas otras enfermedades crónicas.
Este
descubrimiento abre la posibilidad revolucionaria de que tales enfermedades
ahora pueden prevenirse, y eventualmente incluso erradicarse, a través de una
ingesta diaria óptima de los micronutrientes correctos.
Al recibir poca o
ninguna capacitación adecuada en nutrición en la escuela de medicina, muchos
médicos no aprecian la importancia de abordar las insuficiencias subclínicas de micronutrientes. Trágicamente, esto ha resultado en
millones de muertes evitables, con un estimado de 17.9 millones de personas que
ahora mueren de enfermedades cardiovasculares cada año, y 9.6 millones de
cáncer. Pero informarse sobre los principios y
los nuevos descubrimientos de medicina nutricional y celular, puede reducirse
su riesgo de estas enfermedades de agregar mas números a estas estadísticas.
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Mirja Holtrop |
Mirja Holtrop
Mirja Holtrop nació y creció en Alemania, donde estudió
Informática y Relaciones Públicas. Después
de trabajar como asistente de marketing durante un par de años, se unió a la
Fundación de Salud Dr. Rath. A
principios de la década de 2000, se mudó a Sudáfrica, donde estudió Educación
en la Universidad de Ciudad del Cabo. Su
primer libro, 'El secreto de las células', se publicó en 2004.
Desde entonces, después de pasar 13 años en Sudáfrica, Mirja
ha publicado cinco libros más y regresó a Alemania. Hoy, además de escribir
libros, trabaja en el proyecto internacional Movimiento de Vida de la Fundación Dr. Rath Health.
Mirja ama la jardinería orgánica, la cocina y los animales. Ella vive con su hijo de
nueve años cerca de Düsseldorf en Alemania.
Tomado, traducido, revisado y modificado
de:
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